sábado, 31 de marzo de 2007

Tánto quería a Elisa

Haría de un sueño algo tangible si fuera en realidad capaz de escapar de aqui. Y sin duda acercaría ésta ilusión algo más de lo que lo hago, porque del miedo que parece inducir huyo sin mirar atrás.

Generalmente tiendo a decir las gilipolleces que un casi adulto de algo menos de metro setenta atreve a decir, pero suelo recordar que no hay más que la originalidad como medio de definición (aunque tengamoslo claro, no soy tan original). Y tiendo habitualmente a observar cada uno de sus movimientos, que por deseo o por algo no tan trivial me elevan. Y joder que si me gusta.

Y tras buscar con insistencia qué es en esencia lo que me atrapa puedo presumir de acercarme a la idea, que no por conformidad me acerco (que va), más bien considero que he descubierto una rosa blanca.

lunes, 26 de marzo de 2007


Si alguien te relata la historia de Beethoven más hermosa que jamás has oído ¿cuál es la única salida? No tienes escapatoria, no puedes sino sentir ternura; entonces tu corazón anhela amor... pero sabes que eso es una quimera pues alguien hace mucho tiempo reprimió el amor para tí, por otro lado no se pueden amar los instantes… te vence y es precisamente en ese mismo momento cuando descubres que fuiste tú la única persona que decidió poner lindes a tus sentimientos . Sabes que esas barreras son infranqueables porque sólo esconden un tortuoso valle de dolor y traspasarlas sólo tiene un sentido: la locura. Temo por mi arresto pero por encima de ello sufro por mi corazón. Que valiente aquel que dijo : no sé si la vida será mejor que la muerte pero el amor fue mejor que ambos….

domingo, 25 de marzo de 2007

Empecemos con un cuento


Resquicios de UN escritor insensato. Soy un ser desaconsejable, algunos me llaman cáncer, no porque tenga un poder destructivo sino con connotaciones adictivas. Si mi sangre es caliente es porque la pasión recorre mis venas. Esa es la droga que hace que tu corazón lata rápido y lento al mismo tiempo, puedes llamarlo amor pero es algo más insustancial que eso, es adición. Sin un horizonte definido sin un norte declinante, estoy perdida pero conozco el trazado de mis pasos en cada instante. Sé religiosamente lo que deseo y eso es en esencia lo que me hace más peligrosa, ¿por qué? Porque hasta que no resuelvo solucionar todos y cada uno de los bretes en que me embarco no ceso en intentarlo. No recurro a ultrajes para salvarlos; jamás abatiría a nadie para poder llevar a cabo mis deseos, sólo empleo sutilmente todas mis armas que por ser de mujer son las más resbaladizas y pavorosas del mundo.

Saborearía con deleite ser un ente misterioso, sin embargo si me prestara a serlo quizá sería menos secreta de lo que soy al no proponérmelo.

Que ingenuo e ignorante el que lee estas líneas al no sospechar cuan terrible es el hecho de intentar conocerme, pues creyéndome sabia o humildemente educada en el conocimiento de algunas de las pequeñas cosas de esta vida no sabe que mi carácter es absorbente y que hasta el final de los tiempos recordará y espero se congratule cuando lo haga, a la nacida en patria alejada.