viernes, 27 de julio de 2007

Mi avatar preferido



Shushhhh! ¡¡¡¡Pepito grillo y yo tratamos de mantener una discreta conversación!!!!!
La verdad es que te sientes raro cuando caes en a cuenta de que estás dialogando con tu conciencia pero es algo que todos los locos aprenden a tomar como algo racional, jajaja que galimatías cordura, razón, locura...
¡¡Ayyyy no molestéis, estoy intentando prestarle atención por favor!! Mira Vero, algo estás haciendo mal, yo no puedo decirte exactamente de que se trata porque ese no es mi papel, sabes que puedes sentirte como Homer: NO, no puedo darte más información de la que tu mente ha recabado, yo sólo puedo regalarte pequeños pellizcos de angustia, de malestar, de: hay algo que no funciona y que tienes que arreglar... ¿Vero, te estás quejando? JA!! Por favor, no me hagas reír ¿en qué exacto momento decidiste que actuar era mejor que pensar?¡Oh Dios! ¿Es cierto! Tú siempre has actuado sin pararte a reflexionar ni 5 minutos seguidos. ¡Eh, pero no trates de engañarme! Porque ahora estamos hablando de algo que ya has hecho y se trata de que lo madures después. Eso sí que se te da bien, masticar y digerir las cosas cuando ya han tenido lugar. Así que ahora mismo, estira la toalla, desliza uno d esos suculentos bombones hacia tu boca y dedícale 10 minutos a tus propios problemas. ¡Déjame tranquilo 5 minutos! Por favor soy Pepito Grillo, y tú Vero, bueno tú eres tú ¿Sabes cuántas alarmas tengo que hacer sonar al día por ti? Los semáforos en rojo, el horno, me refiero a pereza, gula, lujuria, desidia, acciones impulsivas que un día me van a costar el puesto!!!! ¡Así que ahora mismo arregla esto tú solita y ya me cuentas!! No vero, a mi no me chilles, recuerda que soy verde, tierno y pequeñito.

domingo, 22 de julio de 2007

Mi querido psicópata malcriado


Es justo en ese momento. Cuando la imaginación tiende a jugarte una mala pasada juzgas todo cuanto en un suspiro se te pueda ocurrir hacer con tu vida, aunque desde cualquiera de las esquinas que te rodean la voz del burlesco conocedor del fracaso te recita la fórmula que te hará gozar con cada error al caminar.

El error de erigir una personalidad en base a un comentario, de cuestionar cuantas burdas ideas te avasallen la mente, de reir un par de veces la misma descabellada iniciativa. Es en ese momento cuando remar a contracorriente suele dar el resultado esperado, la desaprobación de tu diablo y mentor. Pues quien quiera enfrentarse a esa malévola sonrisa que le encare con una sarta de oraciones, que yo bien advertido estoy de lo fuerte que muerde ese maldito cerdo. Joder. "El rey de cuantos fracasos puedas concebir en tu miserable vida", me decía aquella mañana.

Y es justo en ese momento cuando gozoso se acerca a tu oido derecho y te alenta a tirarte por esa cornisa a la que estás subido. Justo en ese momento.